¿Por qué muchas mujeres quieren hombres ricos?

Esta es una queja que a menudo escucho de mis amigos. Se quejan de que cada día las mujeres son más “interesadas”, como ellos mismos dicen. Pero si reflexionamos, esta controversia no es tan simple. Antiguamente, los hombres eran proveedores, jefes de familia, autoridades en el hogar. Con la evolución de la mujer, el crecimiento de la mano de obra femenina en el mercado laboral y el aumento de la participación femenina en el desarrollo artístico, político, cultural, científico e histórico en el mundo, ha habido una desmasculinización de la figura masculina en las familias.

Las mujeres de hoy están más fuertes e independientes. Entonces, ¿por qué muchas de ellas, dueñas de su propia vida, su propio destino y su propio dinero, buscarían hombres financieramente exitosos? Podríamos simplemente argumentar que muchas mujeres buscan hombres que estén en el mismo nivel que ellas y, como ellas mismas están cada vez más exitosas, esto se vuelve más y más difícil. Sin embargo, no es tanto el dinero detrás de lo que están estas mujeres, sino la figura simbólica, lo que el dinero representa.

Se presume que un hombre financieramente exitoso ha trabajado mucho y se ha esforzado por progresar en la vida. Y detrás de esta presunción está la idea de un hombre fuerte que sea capaz de proteger y cuidar, lo que, sin embargo, no siempre refleja la realidad actual. Pero eso es lo que la gran mayoría de las mujeres de hoy en realidad buscan. Buscan una seguridad emocional, ya que financieramente ya la tienen. Incluso siendo exitosas e independientes financieramente, quieren sentirse protegidas, seguras, cuidadas. Quieren, aunque sea por momentos, permitirse ser el sexo frágil. Quieren sentirse mujeres.

Sí, la fuerza de un hombre no se refleja en el tamaño de su cuenta bancaria. De hecho, entre las generaciones más jóvenes, esta ideología es casi inversa. Los “niños mimados” andan en coches del año, derrochan bebidas caras en las fiestas y saben casi nada sobre educación, sobre cómo ganar el dinero que gastan y mucho menos sobre cómo tratar a una mujer y hacerla sentir protegida y cuidada.

Por lo tanto, mujeres, tengan cuidado con las etiquetas y los juicios precipitados. No se basen en estándares del pasado para juzgar una situación actual. Las mujeres han evolucionado, la sociedad ha cambiado y, con ella, todos los estándares se han transformado. Valoren a un hombre por sus valores éticos, principios morales, y su voluntad de ascender por sí solo en la vida. Esos, sí, serán protectores y las cuidarán como ustedes merecen.

                                                                                          Thais Clemente